Una navidad más

El día de hoy no fue una Navidad muy bonita, ni siquiera se sintió el espíritu navideño, o por lo menos no lo pude sentir, el 24 de diciembre empezó con una horrenda madrugada de trabajo, así es, entre a las once de la noche del 23 de diciembre, lo peor de todo fue que el relevo no llegó y tuve que salir a las 3 de la tarde de hoy, sin embargo, la camaradería de mis compañeros, a pesar de las enormes dificultades del trabajo y demás peripecias que uno sufre durante el día laboral hacen que la guardia se pasen más rápido y que el ajetreo vaya desapercibido y que el tiempo no se sienta al paso de las horas.

Una rica comida elaborada por las manos de las esposas de mis compañeros que gustosamente compartían esos riquísimos manjares conmigo hicieron una amena navidad llena de encanto y sabrosos platillos, lo más satisfactorio fue entregar una guardia calmada y sin tanto trabajo.

Llegando a la casa uno se da cuenta que tiene una familia algo acelerada debido a la celebridad que se nos viene encima, lo más divertido es el escandalazo que se hará y yo solamente mortificándome acerca de como voy a poder dormir con todo ese ruido. Sin embargo nada que un rico baño caliente y una rasurada hagan que me relaje lo suficiente para poder dormir aunque sea un rato y recuperarme para la bonita cena navideña tan añorada con mi familia, mis papas y mi hermano.

Al despertarme me meto al baño a lavarme la cara y quitarme los espasmos de sueños, esas horrendas lagañas y aliento a fruta podrida después de un delicioso y reconfortante descanso de 3 horas para poder tener una bonita posada con los vecinos, sin embargo mi sorpresa es que la piñata, las bolsitas y la gente están apunto de irse a sus hogares a continuar con esta bonita celebración, lo bueno, es que me perdí de los maratonicos rosarios, bueno pues ni tan bueno, lo malo, es que no disfruté de la piñata ni la comida con los vecinos, pero en fin, hay más 24s de diciembres en esta vida, sin embargo al seguir caminando me doy cuenta de una cosa, mi hermano lastimado, me comenta que al ser el que subía y bajaba la piñata, al bajarse de la casa de la vecina fue mordido cruelmente por una perra pug, ya saben de esas como las de los men in black, veo el pantalón todo desgajado y su chamorro sangrante, el esta enojado y espantado, no quiere ayuda de mi madre ni mi padre, el decide irse corriendo al hospital a un paso un tanto cojeante, me dio un poco de sentimiento el verlo así, digo lo he visto enfermo antes de cosas algo más graves, sin embargo esta ocasión temo confesar que si me sentí muy mal, decido tomar las llaves del carro e ir a buscarlo, lo encuentro y solo le compartí una sonrisa, a lo que el lo tomó como son de burla diciéndome: "No te rías de las desgracias de los demás", sin entrar en confrontaciones le dije: "Llevas la credencial del hospital?", me responde que no, regresamos a casa y se baja por sus cosas, allí fue donde tuve un hermoso recuerdo, cuando yo como hermano mayor en alguna de esas veces tenía que hacerle el "paro" con los niños aprovechados de la primaria, cuando tenía que comprarle alguna nieve con lo que me sobraba del dinero del lonche, en fin, tantos y tantos recuerdos que tiene y solamente goza un hermano mayor, olvidando claro esta todas esas maldades que hace uno como hermano mayor, en el hospital llegamos y por fin algo de suerte, la zona de urgencias, no fue de paciencias esta vez, salimos rápido de allí para cenar en casa, solamente el y yo, puesto que mis padres ya habían cenado, en fin, a pesar de todas las peripecias del día de hoy pues aprendí mucho, que a pesar de ser un día malo siempre hay cosas buenas, y bueno me tengo que pasar a despedir que es hora de regresar al trabajo....

Y claro antes que se me olvide:

FELIZ NAVIDAD... Que se la pasen muy chido en compañía de sus seres queridos...